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miércoles, 5 de febrero de 2014

CAPÍTULO 1. "Londres Sangra."

No me lo puedo creer, ¡ha acabado todo! No hay más exámenes, ni más libros que estudiar, ni más madrugones...
+ Perdona, ¿has dicho "madrugones"? ¿Tú piensas pedir entrar al trabajo a las 12 de la mañana todos los días o qué?
- Eres idiota Min, ya es oficial... Menudas ganas tienes de arruinarme las esperanzas.
+Algún día averiguaré por qué eres la única persona en la faz de la Tierra que me llama "Min" y no "Minerva" o "Tryson" como el resto de las personas normales.
- ¿Has pensado en que puede que yo no sea normal? Jajaja. A mí la gente me llama Isis y no me quejo...
+ Claro Isis, eres la sucesora del diablo. Bueno, es tu nombre original, normal que no tengas ningún problema...

TIEMPO DESPUÉS

- ¿Quién osa interrumpir mi baño llamándome por teléfono? - espeté sabiendo quien llamaba.
- Min, eres idiota. - dijo Isis al otro lado del aparato.
- Buenas noches Isis, veo que nunca te cansarás de molestarme.
- Ni tú de mí, ¡estamos en paz! - dijo "feliz".
Raras veces podía percibir que Isis estaba feliz, y mucho menos por teléfono, lo que significaba que tenía una buena noticia que darme.
- ¿Qué es eso que tienes que contarme? - pregunté.
- He hecho las maletas, voy para allá. - dijo en tono seguro.
- ¿¡QUÉ!? ¿¡PERO CÓMO VAS A PRESENTARTE ASÍ COMO ASÍ!?
- No, no. Era una forma de hablar, quiero decir que... Me voy contigo, a Londres. No en este instante, tendríamos que buscar un piso, y eso lleva tiempo... - dijo a medida que su voz se apagaba.
-¡ESO ES UNA IDEA ESTUPENDA!
Jope, en ese momento me sentí feliz. Llevaba viviendo sola en Londres desde mis 18 años, y aunque me gusta la soledad, comenzaba a resultar extraño. No es que fuese una marginada social, tenía un trabajo que me ocupaba todo el tiempo que tenía y era feliz con ello, pero me faltaban amigos y algo de vida social.
- ¿De verdad? - dijo Isis preocupada.
- No te preocupes, buscaré un piso, te prometo que te mandaré fotos. Tengo que dejarte, me están llamando y eso significa que tengo trabajo... Ya sabes que mi horario como policía es una auténtica mierda... Dependo del asesino y su hora elegida para matar a alguien.
- Vale, gracias Min... Te adoro, ya o sabes. ¡Atrapa a ese asesino!
- Lo haré, no lo dudes. Te echo de menos Isis.
Y colgué.
¿Isis aquí? Podía ser lo mejor del mundo. Pensé que debería ayudarla a buscar trabajo, tal vez pudiesen hacer un hueco en la comisaría para admitir a Isis. Acababa de finalizar la carrera y era oficialmente una criminóloga.
Aparté esa idea de mi cabeza por un momento y me centré en la llamada que vendría con un crimen asignado.

- Tryson. ¿Dígame?
- Tryson... Tenemos un cadáver en la segunda con 13th Avenue.
Ah, me llamaban "Tryson" porque ese es mi apellido, no solíamos llamarnos por los nombres como en España.
- Me visto y voy para allá Dobson.
- ¿HAS DICHO "ME VISTO"? - dijo haciéndose notar su sonrisa perversa.
- Sí Dobson, eso he dicho. ¡A trabajar!

Camino comisaría casi me di con 3 coches... He de decir que nunca me encontré cómoda conduciendo por la derecha . 5 años conduciendo y aún no me había acostumbrado a ello.
Aparqué junto al coche de Claire y me quedé pensando en ella. Claire era nuestra forense, mediría entre 1'50 y 1'52, pero tenía el pelo muy largo y unos ojos preciosos, lo que la hacía muy guapa.

Bajé del coche, entré en comisaría y todos saludaron con la mano.
-¡BUENÍSIMAS NOCHES A TODO EL MUNDO! - dije en tono irónico.
- Tryson, tenemos un crimen un tanto extraño. Clart ya está allí. - comentó Dobson.
- Perfecto, supongo que Claire también está allí, así que me voy para allá. ¡Gracias Dobson!
- ¡No hay de qué! - me respondió a medida que las puertas del ascensor se cerraban.
Conduje hasta 13th Avenue, y aparcando al lado de los puestos de café, pude divisar a Claire y a Clart.

- Bien, ¿qué tenemos hoy?
- Este hombre tenía entre 20 y 25 años... - dijo Claire antes de que yo le interrumpiera.
- Está un poquito demasiado más blanco de lo normal.
- De eso también me he dado cuenta yo. - y tragando saliva, Claire continuó - no tiene ni una sola gota de sangre en su organismo.
Mi cara de horror no era de este planeta.
-Vale, Clart, diles que lleven el cadáver al laboratorio. Claire, ¿hora de la muerte?
- Entre las 7 y las 8 de la tarde.
- ¿Hace sólo 4 horas? Bien. Todos a comisaría, vamos.
Ser la jefa del departamento de policía en Londres era así. Todos teníamos muy buen rollo entre nosotros, a veces incluso salíamos por ahí juntos, pero cuando se hablaba de trabajo... Había que ser autoritario.

- ¡Tryson!
- Dime Clart.
- Nos llama Claire desde abajo, quiere que bajemos a ver algo.
- Pues vamos allá. - dije suspirando.
- ¿Qué tienes para mí Claire?
Clart siempre excluyéndome.
- Ejem, te olvidas de tu jefa, que por cierto, está aquí presente. - murmuré en tono amenazador.
- "Nosotros", quería decir "¿Qué tienes para nosotros?"
- Vale... - dijo Claire con cara de "WTF" - aparte de no tener ni pizca de sangre en su cuerpo, está claro que el que hiciese esto lo hizo con cuidado, no hay una sola huella.
- Vamos que sólo nos queda confiar en los resultados de confirmación de identidad que dependen de Dobson.
En ese instante Dobson entró por la puerta.
- ¿Me esperabáis? Gracias a las huellas dactilares sabemos que nuestra víctima es Trevor Doullen.
- El rostro coincide. - confirmé mientras miraba la hoja con los datos.
- Aquí pone que era de Texas, ¿qué hacía aquí en Londres? - preguntó Clart.
- Sí, aparte de eso, lo más raro es que he llamado a la familia y según ellos, Trevor tenía que estar en España desde hace semanas, no en Londres. - y Dobson suspirando dijo - su familia está en camino, podremos hablar con ellos en un par de horas.
- Muy bien. - respondí - mientras tanto, ¿quién se apunta a pedir comida china?
Obviamente todos levantaron la mano.

Después de habernos comino unos 3 kg, de comida china entre Dobson, Clart, Claire y yo, llegó la familia de Trevor. La madre y la hermana de Trevor estaban muy asustadas y parecían llevar horas llorando. El que parecía ser el padre de la familia las consolaba.
- Hablaré yo con ellos. - les aclaré a mis compañeros.
- Sin problemas.
Me acerqué a su familia, y sentándonos todos en los sofás de aquella sala, comencé la conversación.
- Buenas noches... Ustedes deben de ser los padres y la hermana de Trevor, ¿verdad? - sin abrir la boca, asintieron - Verán, hace horas encontramos el cadáver de Trevor a unas cuantas calles de aquí. ¿Conocían ustedes a alguien que quisiese hacerle daño?
La madre sin parar de llorar hizo ademán de decir algo, pero fue su marido el que habló.
- Agente...
- Tryson. - aclaré.
- Agente Tryson - me dijo - nuestro hijo no solía tener problemas con nadie, hablábamos con él casi todos los días y parecía todo normal.
- Entiendo. - dije mientras Clart me hacía señas extrañas al otro lado de la puerta - ¿me disculpan un segundo?
Levantándome, salí dela sala y me dirigí a la mesa de Clart.
- ¿Qué? - le pregunté en tono seco.
- Tienes una llamada de una tal... Isis Gallagher.
¿ISIS? ¿POR QUÉ ME LLAMABA ISIS A LAS 4 DE LA MAÑANA?
- Isis, ¿qué quieres? - dije a punto de estallar del cabreo que tenía.
- Uy, me da que alguien ha tenido una mala noche. - me dijo.
- TRA- BA - JAN -DO. Eso es lo que hago, y acabo de dejar a la familia de mi víctima ahí porque has decidido llamarme a las 4 de la mañana.
- Las 5 aquí. - corrigió.
- Muy bien, ¿el motivo de tu llamada? - pregunté ya bastante molesta.
- He encontrado un piso en la calle...
- ¡ISIS!
- ¿Qué?
- ¿ME HAS SACADO DE MI TRABAJO PARA HABLARME SOBRE EL PISO? HASTA LUEGO.
Volví a la sala donde estaba la familia de Trevor, consciente de que tres cuartos de la comisaría me estaba mirando por los gritos que había estado pegando por teléfono.
El padre de Trevor me confirmó que su hijo no debía estar en Londres por estas fechas y que les había llamado esa mañana como hacía de costumbre.
Según tenía entendido, Trevor trabajaba de técnico de sonido en una discográfica inglesa, lo que explicaba su estancia en Londres, pero España no pintaba nada en todo esto.
Me despedí de la familia y les prometí que me pondría en contacto con ellos en cuanto tuviese noticias.
Dado que no teníamos ninguna pista y que a las 4 de la mañana no podíamos llamar al trabajo de Trevor, decidimos dormir hasta que amaneciese.

A las 7, Clart estaba al teléfono hablando con la discográfica donde Trevor trabajaba. 5 minutos después apareció con toda una página llena de notas.
- Por lo visto Trevor era demasiado normal y no tenía demasiados problemas. Los de todos, prácticamente.
- ¿Entonces no tenemos absolutamente nada? - dije bastante molesta.
- Bueno, - Clart miró su agenda llena de notas y empezó - Trevor trabajaba en la discográfica desde hacía 3 años.  Lo que nos confirma que Trevor tiene 25 años exactamente. Destacaba bastante en su trabajo para ser tan joven. He quedado en que vamos a la discográfica en 30 minutos.
- Muy bien, hablaremos con todos sus compañeros, averiguaremos algo. - afirmé.
Una vez en la discográfica fuimos interrogando uno a uno, no se sabía nada de él desde hacía semanas, o incluso meses, lo que no daba muchas pistas. Pero cuando fuimos a hablar con su compañera de trabajo, aquella que compartía mesa con él, nos dio bastante información.
- Buenos días Ana - dije a la chica de pelo rojizo y ojos azules - tú trabajabas prácticamente todo el día con Trevor, ¿verdad?
- Sí, compartíamos despacho.
- ¿Notaste algo nuevo en él? ¿O tuvo algún problema con alguien?
- En realidad Trevor se llevaba bastante bien con todo el mundo, pero pensándolo bien... Hace 2 o 3 meses discutió con su hermano.
-¿Hermano? ¡CLART! - grité dándome media vuelta - ¿Trevor tiene un hermano y no nos hemos enterado?
Pero antes de empezar a desesperarme, Ana me interrumpió.
- No, en realidad no es su hermano, es como su mejor amigo, pero él le trata como tal. Bueno, - dijo a punto de estallar a llorar - estaba.
- Muchas gracias por su tiempo Ana. - dijo Clart.
Pero antes de salir por la puerta la cogí del brazo y la dije:
- Cogeremos al que ha hecho esto, te lo prometo.
Tenía la sensación de que no eran simples compañeros de trabajo, pero lo dejé estar.

Una vez de vuelta en comisaría llamamos a la familia de Trevor, que nos dijo quien era el amigo/hermano de Trevor, se llamaba Dylan McGuizz. Encomendé a Dobson la tarea de localizar a Dylan, lo que le llevó medio segundo.
- Dylan McGuizz, ingresado en el hospital psiquiátrico de Oxford desde hace apróximadamente 2 meses. -  leía Dobson desde la pantalla del ordenador.
- Si Dylan estaba también aquí en Reino Unido y no en Texas, seguro que sabe algo. ¿Os venís de viaje a Oxford? - dije esbozando una sonrisa.

HOSPITAL PSIQUIÁTRICO DE OXFORD.

- Hola Dylan, somos los agentes Tryson, Dobson y Clart. Estamos investigando el asesinato de tu amigo Trevor.
Clart le explicó el  por qué del que estuviésemos allí a Dylan, y éste murmuró:
- ¿Trevor ha muerto?
- Sí. - respondí adentrándome en la conversación - estamos intentando averiguar quien le mató.
- Claro, claro... - me decía - yo... ayudaré.
- Pues Dylan, cuéntame, ¿es verdad que tuvisteis una discusión hace tiempo?
- Eso es... cierto. - se quedó unos segundos callado - quería meterme aquí entre estas paredes para "ayudarme". Cosa que al final consiguió.
- Ah. - dije sorprendida - deduzco que estás mucho mejor de tu problema... ?
Dejé la frase en una pregunta para que él continuara.
- Agente Tryson, tengo problemas y me autolesiono, aún tengo cabeza.
-Comprendo. - respondí - ¿tiene idea de quién puede haberle matado?
- ¿Han hablado con su novia? - dijo mirándonos a los ojos - seguro que ella sabe algo.
- ¿Qué novia? - preguntamos a coro Clart, Dobson y yo.
- Ana, su compañera de trabajo, llevaban mucho tiempo saliendo.
Nos miramos Clart, Dobson y yo, y despidiéndonos y agradeciéndole a Dylan su ayuda, volvimos a Londres.

Fuimos a la discográfica de nuevo, (que por cierto, se llamaba "NO BLOOD", muy oportuno para el caso).
Hablamos con Ana, que continuó negándonos su relación con Trevor aunque la habíamos advertido de Dylan, al que teníamos como testigo de esa relación. Pero de repente, Clart se cortó con un trozo de cristal que había una de las mesas de trabajo. Debía de ser de algún vaso roto.
- ¡CLART! ¿ESTÁS BIEN? - grité.
- Sí, a mí no me pasa nada pero...
- ¿Qué quieres decir con "a mí"?
En ese instante miré hacia Ana y la vi, con las pupilas dilatas y las venas hinchadas como si acabase de correr la maratón, sudando y con una sonrisa algo perversa. Miraba fijamente la herida de la mano de Clart, la cual no paraba de sangrar. Pero cuando quise darme cuenta, vi como Ana se abalanzaba sobre Clart, cosa que no llegó a ocurrir porque la agarré y pude sujetarla antes de que cometiese alguna estupidez.
- Ana. - dije - quedas detenida por agresión a un oficial. Vamos a tener que hablar sobre tu extraña obsesión por la sangre.
Y la conducimos por la discográfica hasta el coche.
En el interrogatorio intenté conseguir pillarla por sorpresa para que confesase, pero no sirvió de mucho. Sin embargo, Dobson había conseguido una orden judicial para revisar el apartamento de Ana.

- Ana, tenemos a 5 agentes registrando tu apartamento. ¿Piensas hablar sobre algo?
Pero ella seguía sin pronunciar una palabra.
- Muy bien. - dije - no dudaré en mandare directa a la cárcel si encontramos una mínima sospecha en tu apartamento. - dije mientras me dirigía hacia la puerta.
Al ir a cerrar la oí:
- No, espera.
- ¿Sí?
- Yo... Yo le amaba, y le amo. - me dijo.
- Ajá. ¿Algo más?
- Sí. - suspiró - ¡TODO LO QUE ENCONTRÉIS EN MI APARTAMENTO ES MÍO!
- ¿Me vas a contar por qué lo hiciste? - pregunté.
- Yo... Trevor sólo se quedaba en Reino Unido porque le interesaba estar al día de la evolución de su amigo Dylan. En el momento en el que Dylan mejorase completamente, Trevor se iría a España y me abandonaría.
En ese momento sonó mi móvil.
- 18 botes repletos de sangre Tryson, está loca. Sal de ahí. - dijo Clart.
La miré, y acercándome la dije:
- ¿Y por eso le mataste y guardaste su sangre en botes? ¿Para tenerlos de recuerdo? Ana, quedas detenida por el asesinato de Trevor Doullen. Tienes un pase de psiquiátrico.

Después de asegurarme de que Ana estaba ingresada en un psiquiátrico y técnicamente vigilada, llamé a su familia, les conté lo ocurrido y les dije que ya podrían enterrar el cuerpo de su hijo con paz.
También fui a Oxford personalmente a hablar con Dylan para contarle lo sucedido. Se quedó llorando pero prometimos volver a vernos cuando saliese de allí.

Esa noche, a punto de meterme en la cama, habiendo visto 32 pisos para Isis y yo, la llamé.
- Isis, tengo piso, te mando las fotos por correo.
- Vale, Min, ¿le pillaste?
- Por supuesto. Buenas noches.
- Buenas noches.

Me metí en la cama y con el ordenador aún puesto sobre mis piernas decidí verme un par de episodios de Mentes Criminales.

1 comentario:

  1. Hooolaaa:) Bueno, pues como se podrá ver, soy lectora nueva:)
    me encanta la nueva vove, no sé porqué, pero sé que voy a acabar super encoñada con ella.
    Ah, por cierto, me podrias avisar por tw cuando subas? Porfaaa:) (y ya de paso me sigues(; jajajajaj) soy @andriuxblue
    graaaciaaas y un beeesooo:)

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